Entrevista a los delegados de Enfermería (3º y 4º)
A menudo los responsables de las instituciones educativas ignoran la opinión de los alumnos sobre el funcionamiento de las mismas. Sin embargo, la voz de los estudiantes es de vital importancia y ha de tenerse muy en cuenta. Conscientes de ello, hemos reunido a varios delegados de los últimos cursos de Enfermería para charlar sobre nuestra Facultad, la profesión que han escogido o su futuro, así como temas tan candentes como el sistema de becas y la emigración laboral. Ellos son Elena, Tamara, Álvaro, Roxana, Javier, Carlos y Juan Miguel.
¿Creéis que se escucha la voz de los alumnos como se debería? ¿Tenéis vías para ello?
Álvaro: Hay vías, pero en general no las conocemos. Los alumnos que quieren protestar no saben dónde hacerlo.
Tamara: La gente está algo perdida y cuando tienen un problema no saben a quién acudir. Creo que a principio de curso debería hacerse una reunión, especialmente con los estudiantes de primero, para explicarles a fondo la jerarquía de la Facultad. El programa de mentorías es interesante, pero quizás no lo promocionen lo suficiente.
¿Cuáles son las principales funciones de un delegado de clase?
Tamara: Los de cuarto organizamos todo el tema del viaje de fin de curso, además de la celebración de festejos para conseguir fondos. También hacemos llegar a los profesores todas las quejas o sugerencias, así como listas de participantes en programas y cosas del estilo. A veces no damos a basto.
¿Qué tiene de positivo el puesto?
Roxana: Yo lo veo como un reto personal. Es una manera de hacerte responsable de determinadas cosas que de no ser delegado no prestarías atención. Ser capaz de liderar a un grupo grande de personas y conseguir organizarlos no es nada fácil.
Elena: A mí me ha ayudado a no ser tan desastre y a conocer más a compañeros con los que nunca había tenido contacto. Es una forma de socializar, ya que siendo delegado tienes que hablar con todo el mundo.
¿En esta Facultad los alumnos son participativos?
Juan Miguel: Creo que no. Tengo la impresión de que la gente viene a la Facultad solo a tomar apuntes y no participan en nada más.
Tamara: Quizás la culpa sea de los horarios, realmente no tenemos mucho tiempo libre y las jornadas suelen coincidir con las clases. Además, los profesores no son muy flexibles en ese asunto y no cambian sus clases para que podamos ir a los seminarios.
Álvaro: Yo no pienso que sea un problema de tiempo, sino de motivación. El año pasado nos dieron un día libre para asistir a unas jornadas y la mayor parte de la gente se quedó en casa. Es posible que si nos explicaran mejor para qué nos va a servir un seminario nos animásemos a participar.
¿Cuáles son vuestras principales preocupaciones?
Juan Miguel: Antes solo pensábamos en los exámenes, pero ahora nos preocupa más el tema de becas y pago de matrícula.
Tamara: El futuro laboral es la principal preocupación. Estamos un poco desconcertados, por ejemplo con el tema de EIR. ¿Para qué sirve? ¿Te garantiza un puesto de trabajo? Me gustaría que me lo explicaran.
Juan Miguel: Hay que decir que siempre se organizan reuniones para explicar en qué consiste el EIR y va muy poca gente. Luego nos quejamos, pero lo cierto es que muchos no se preocupan.
Roxana: A mí me inquieta saber si vamos a salir preparados para realizar nuestro trabajo. Muchas veces memorizas los contenidos y tienes el miedo de si vas a saber aplicarlo en la práctica.
Tamara: Eso ocurre sobre todo con Farmacología, una de las asignaturas más duras.
Hablemos de ‘Farma’, la materia más temida…
Tamara: El problema es que nos explican en cuatro meses una gran cantidad de fármacos y no sabemos si vamos a acordarnos de todos cuando trabajemos en un hospital. Es muy agobiante.
Elena: El tema de Farmacología da para mucho. Todos pensamos que cuatro meses se quedan cortos. Antes de Bolonia la asignatura era anual y los estudiantes salían más preparados.
Javier: La cuestión es que nos han metido tanto miedo con ‘Farma’ que estamos más interesados en aprobarlo que en aprender los contenidos.
Cambiando de tercio, ¿qué opináis del sistema actual de becas?
Tamara: Con el actual sistema conseguirán que solo puedan estudiar los ricos. Una familia de clase media no puede pagar casi 2.000 euros de matrícula. Es inviable.
Elena: Hay personas muy válidas para estudiar que están continuamente con la soga al cuello. El hecho de que no puedas suspender ninguna asignatura te genera un gran estrés y te dificulta la concentración. Hay muchos chavales que al acabar bachillerato ni se plantean entrar en la universidad por motivos económicos, es horrible.
Álvaro: el sistema de becas es totalmente injusto. No te pueden exigir una media de un 6,5 para mantener la beca. ¿Las personas con dinero pueden tener una carrera con una media de un 5? Mi beca no me cubre ni el primer cuatrimestre.
Roxana: Muchas veces las becas están mal dadas. Hay personas que no las necesitan y luego se gastan el dinero en viajes y ocio.
¿Cuántos de vuestros compañeros se plantean un futuro en el extranjero?
Álvaro: el pensamiento generalizado es que tenemos que intentarlo en España y si no encontramos nada, nos vamos. Es una pena que el Estado español invierta una cantidad grandísima de dinero en nuestra formación para que otros países se vayan a aprovechar. No tiene ningún sentido.
Juan Miguel: Siempre escuchamos que hay muchas oportunidades en Inglaterra y Alemania. Al parecer valoran mucho a los profesionales de la salud españoles. Aunque tampoco creo que sea tan fácil…
Elena: A menudo nos cuentan que en algunos países europeos tienen muchísimo interés en nosotros, lo que te incita a irte. Cuando estuve en Suiza vi varios carteles en los que pedían enfermeros españoles. Hueco en los hospitales españoles hay para todos, lo que ocurre es que no hay dinero para contratar.
Carlos: Lo peor que puedes hacer en España es estudiar una carrera sanitaria. Vas a tener que pagar una matrícula bastante cara para luego conseguir un empleo con un salario muy bajo. Y las oposiciones están congeladas. La Unión Europea no es tan lejana, y nuestras familias nos animan a marcharnos porque saben que en otro país vamos a tener mejores condiciones.
¿Cómo veis el ambiente en los hospitales cuando hacéis vuestras prácticas?
Juan Miguel: Cada enfermero tiene muchísimos más pacientes que antes. Ello conlleva que aumenten las equivocaciones, el estrés y disminuya así la calidad del trabajo. Aunque estamos encantados de hacer tantas cosas.
Elena: Cuando llegamos los alumnos de prácticas somos un gran respiro para los enfermeros, que están hasta arriba de trabajo. A mí me han llegado a decir que me deben la mitad de su sueldo.
Javier: A veces olvidan que no somos trabajadores, sino estudiantes. Sin embargo, entiendo perfectamente que nos pidan tanta ayuda porque supone una liberación de trabajo para ellos. Pero dice mucho de cómo está la Sanidad en España.
Carlos: A mí particularmente me hace gracia que tengamos que pagar las prácticas, cuando lo que hacemos es trabajar como el resto.
Roxana: Tiene su parte positiva, y es que desde el principio te acostumbras a un ritmo de trabajo frenético y aprendes una barbaridad.
¿Qué es lo peor de estudiar en esta Facultad?
Juan Miguel: Algunas infraestructuras podrían mejorar. En el aula del Hospital Clínico, por ejemplo, la temperatura es demasiado extrema. No tiene las condiciones ambientales adecuadas.
Carlos: El hecho de pasar tanto tiempo en el Hospital Clínico es lo peor, pues perdemos el hilo de la vida universitaria. Cuando veo el ambiente en otras facultades siento cierta envidia. Muchas veces vengo a la facultad a hacer cualquier cosa y no me encuentro con ningún compañero. La cafetería apenas la pisamos, no tenemos tiempo.
También habrá cosas positivas…
Tamara: ¡Claro! El prestigio que tiene esta universidad en la rama de salud es muy alto.
Juan Miguel: Y los profesores, en general, son buenísimos.
Álvaro: Otra cosa muy positiva, que la diferencia de otras facultades, es que no hay cientos de departamentos y está todo más comprimido. Eso hace que nos conozcamos todos y nos convirtamos en una gran familia.
Carlos: Lo que más me gusta es que hay muchos profesores que son enfermeros de verdad (no solo saben la teoría), y te cuentan muchas anécdotas ajenas al temario muy útiles. A mí no me interesan los profesores que te explican cosas que en la práctica nunca han utilizado.
Javier: Los hospitales con los que tiene convenio la Facultad son los mejores de Madrid y tienen mucho renombre. Nos permiten coger experiencia en sitios de nivel.
¿Se han cumplido vuestras expectativas con respecto a la carrera?
Juan Miguel: Por supuesto, siento que he crecido como persona y no me ha decepcionado a grandes rasgos. El trato humano con los pacientes es muy especial.
Álvaro: Lo más importante es el desarrollo personal que conlleva esta carrera. Las experiencias en los hospitales te hacen cambiar tu perspectiva. He aprendido más de lo que esperaba y los profesores nos enseñan a amar nuestra profesión.
Roxana: Es una carrera muy gratificante. Recuerdo que en primer curso nuestro profesor de Psicología nos dijo que solo veríamos sangre y sufrimiento. Nada más lejos de la realidad, ya que facilitar la vida de tus pacientes te llena mucho y merece la pena.
Elena: Enfermería es una profesión muy vocacional. Rápidamente te das cuenta de si vales para ello. Si hemos llegado hasta cuarto curso es porque realmente nos gusta.
Carlos: Estudiar Enfermería te hace sentirte muy útil. Todo el mundo te pregunta cosas con respecto a la salud, y aunque no somos médicos, nos encanta ayudar en la medida de lo posible a nuestros amigos y familiares.