Entrevista a las conserjes (turno de mañana)


"Nos sentimos muy valoradas en esta Facultad"

Dos de ellas vienen de Extremadura y otra de la comunidad gallega. Son Luz Divina Iglesias, Juani Trenado y  Ángela Polo, las carismáticas conserjes del turno de mañana en nuestra Facultad. Aunque llevan 40 años trabajando para la Universidad Complutense, llegaron a este centro hace tan solo cuatro años. Es este corto espacio de tiempo se han ganado el cariño de alumnos, profesores y personal con su naturalidad y gracejo personal. Hemos charlado con ellas acerca de su experiencia.

¿Qué es lo mejor y lo peor de trabajar aquí?

Antes nos dedicábamos a la limpieza de los colegios mayores, por lo que comparamos esto con aquello y estamos mucho mejor que antes. Aquí nos relacionamos con más gente y es un trabajo menos costoso, más limpio y tranquilo. Algo que a nuestra edad se agradece.

Lo peor es cuando se estropean los aparatos y  no sabemos arreglarlos, o cuando surge algún problema con los ordenadores. Nosotras somos de otra generación y el tema de la tecnología se nos escapa. Manejamos el ordenador por intuición, toqueteamos los botones hasta que nos sale. Hay que tener en cuenta que no hemos recibido ningún cursillo de Informática, aunque solemos pedir ayuda a Antonio, el informático, o a cualquier otro trabajador. No teníamos ningún conocimiento de estas cosas y en pocos años hemos ampliado mucho nuestras habilidades. Manejamos los proyectores de las clases de maravilla.

¿Hay buen ambiente en la facultad?

Sí, la gente es encantadora y son como una gran familia. Pero sobretodo hay mucho compañerismo entre nosotras. Llevamos  toda una vida trabajando juntas y eso se nota. A la hora de escoger vacaciones o elegir turnos, nunca lo echamos a suertes, porque siempre nos ponemos de acuerdo sin ningún problema. La relación que tenemos entre nosotras pocas veces la hemos visto en otros trabajos y estamos contentísimas.

El hecho de estar rodeadas de personas relacionadas con el mundo de la Sanidad quizás os haga sentiros más seguras…

Hasta ahora nunca nos hemos puesto enfermas en el trabajo, pero siempre da seguridad. Está bien que haya tantos expertos en salud por aquí, para así poderles consultarles dudas, que siempre te explican sin problema.

¿Se valora vuestro trabajo como se debería?

Sí se valora. Incluso nos pusieron en una ocasión la beca con la que se gradúan los alumnos, como mérito a nuestro trabajo. Otra vez, en una reunión de profesores, dijeron que estaban “muy satisfechos con las Chicas de Oro”, como cariñosamente nos llaman aquí. Nos pusimos coloradas y nos hizo sentirnos muy orgullosas.

¿Por qué es tan importante vuestra labor?

Nuestra labor es fundamental porque si nosotras faltamos, ¿quién abriría las clases y quién resolvería los problemas a los profesores? Además hacemos muchos recados, tenemos que ir al vicerrectorado a llevar papeles o a Correos a enviar alguna cosa. Hacemos de todo, hasta arreglar las lámparas. ¡Lo que nos echen!

Os quedan pocos años para la jubilación, ¿tenéis ganas?

No tenemos ganas de jubilarnos, en este trabajo estamos muy a gusto y nos llevamos fenomenal entre nosotras, es muy entretenido. Si siguiéramos en nuestro anterior puesto de trabajo, quizás hubiéramos pedido la prejubilación, pero en este no se nos ha pasado por la cabeza.

Con el asunto de los recortes en el presupuesto de las universidades, ¿habéis temido por vuestro puesto de trabajo?

Tanto como eso, no, pero lo pasamos fatal. Nos han quitado días de vacaciones. Los recortes nos parecen mal, porque no es justo que nos rebajen el sueldo con la excusa de no despedir a compañeros y luego los echen a la calle igualmente. A nosotras no nos van a despedir, a nuestra edad no les interesa. Pero nos solidarizamos con aquellos que están pasándolo mal.

Alguna anécdota graciosa que hayáis vivido en estos cuatro años…

Recordamos la primera vez que se nos acercó un profesor que tiene un programa en Telemadrid. Nos hizo mucha gracia porque no sabíamos que daba clases aquí.

¿Y cuándo los estudiantes extranjeros os preguntan cosas en otro idioma cómo reaccionáis?

¡Uy! Nos hacemos entender a través de señas. Vienen muchos Erasmus y con el poco español que saben y lo que les pillamos nosotras, conseguimos comunicarnos.

Por Alberto Barranco